Buenos Aires: ¿El Silicon Valley de América Latina?

Es apenas un ejemplo de objetivos mencionados por el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, para presentar el Plan de Acción vinculado con la industria de la TICs, presentado en un acto oficial hace pocos días. En diálogo con Alberto Briozzo, uno de sus autores principales, UniversiaTech ahonda en cuáles son las fortalezas de la provincia para lanzar dicho Plan.

Por Andrea Gentil

“Lo primero que hemos decidido en la Provincia es elaborar una Agenda Digital junto con el sector privado, las universidades, los representantes de los trabajadores y las organizaciones de la sociedad civil. Los tres ejes a través de los cuales planeamos ejecutar la iniciativa son: la inclusión digital, la promoción de la industria de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones y el gobierno electrónico”.

Empezó por afirmar Daniel Scioli, gobernador de la provincia de Buenos Aires. “Queremos aprovechar la poderosa herramienta que nos ofrece Internet para achicar la brecha digital existente y que la alfabetización en el uso de las nuevas tecnologías sirva como camino hacia la inclusión social”, siguió diciendo a continuación.

Y, por su fuera poco, agregó: “Creamos el marco adecuado para desarrollar nuestra industria de las TICs, a la que le estamos facilitando todas las herramientas jurídicas y de financiamiento, para que Buenos Aires pueda transformarse en el Silicon Valley de América Latina”.

Así comienza la versión escrita del programa de 15 medidas para mejorar la posición del sector TIC en la provincia de Buenos Aires (que se puede descargar aquí), presentado hace menos de 10 días, y cuya visión fundamental acerca del sector de Software y Servicios Informáticos (SSI) bonaerense se puede resumir en una frase: “Transformar a la provincia en un líder relevante en el contexto del sector SSI nacional.”

El ex diputado y autor de la ley de software Alberto Briozzo, uno de los hombres que más se ha ocupado para establecer políticas para el sector TIC, y Gabriel Baum, uno de los especialistas en TICs mas reconocidos del país, encabezaron el equipo de quienes trabajaron para desarrollar este plan de acción, que sigue la línea ya planteada a nivel país por el Plan Estratégico Nacional 2004-2014. Ambos, son actualmente Coordinadores del Foro de Software y Servicios Informáticos.

La primera pregunta, a estas alturas, es ¿por qué un plan provincial SSI? Allí, Alberto Briozzo es categórico: “Porque nos parece que una vez consolidado el plan nacional SSI en un serie de medidas institucionalizadas, es el momento de avanzar a nivel provincial-regional. Un ejemplo de esto es que con el Instituto Nacional de Educación Técnológica (INET), hemos desarrollado una currícula de Técnico Programador, cuya aplicación efectiva en realidad depende de las jurisdicciones provinciales educativas”.

Justamente, uno de los puntos más sobresalientes de este Plan de Acción, compuesto en principio por 15 medidas a llevarse a cabo a lo largo de los próximos cuatro años, es que contempla fuertemente todo aquello que se refiere a la educación y a la capacitación de más y mejores recursos humanos. De hecho, 7 de esas 15 medidas anunciadas se vinculan con el área de la formación profesional.

¿Por qué el acento tan fuerte puesto en el sector educativo y en la
capacitación?
Porque pretendemos que las empresas inviertan o se desarrollen en nuestra provincia no sólo por las ventajas impositivas (que las tenemos) sino fundamentalmente por la cantidad y calidad de los recursos humanos disponibles. En función de este objetivo, la reconstrucción de la educación técnica y la inclusión de la informática en un lugar relevante podrán dar lugar (dentro de algunos años) a la formación de miles de jóvenes capacitados en tecnología con posibilidades ciertas de inserción laboral en las empresas de Software y Servicios Informáticos, y también de continuar sus estudios en las universidades.

¿Y la provincia de Buenos Aires cuenta con la infraestructura necesaria para esto?
Aún con dificultades y carencias, la educación secundaria provincial incluye actualmente a 300 escuelas en las que se imparte formación en Informática y en Economía, cuyos egresados podrían desempeñarse en diversos puestos en la industria SSI. Situaciones similares ocurren en la educación superior y en la formación profesional. Es decir, contamos potencialmente con decenas de miles de jóvenes dotados de competencias diversas, y que pueden ser capacitados para formar parte de una fuerza de trabajo educada y competente para el desarrollo del sector.

Por otra parte, la provincia tiene a tres de las más importantes universidades, pioneras en educación, investigación y desarrollo en el área: la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), la Universidad Nacional del Sur (UNS) y la UNCPBA. El potencial de educación universitaria en la provincia es difícil de exagerar: 10 universidades públicas y 5 privadas dictan carreras informáticas con una matrícula de alrededor de 30.000 estudiantes y un ingreso anual de 4.500 alumnos, representando aproximadamente a un 40% del total nacional. Más allá de los conocidos problemas de deserción, la provincia de Buenos Aires dispone de un capital humano inestimable para dar un salto cualitativo en el desarrollo de una industria SSI competitiva y de alto nivel tecnológico.

¿Hay un panorama actual que indique cuál es la situación de las TICs dentro de la provincia?
El territorio bonaerense tiene desde hace ya tiempo centros de desarrollo de importantes firmas internacionales relacionadas con las TICs, como IBM, Siemens y NEC, y en los últimos años han surgido una gran cantidad de PyMEs del sector SSI y áreas vinculadas, conformándose Polos tecnológicos en Tandil, Mar del Plata, Bahía Blanca y, más recientemente, en La Plata y Junín.

En una encuesta que estamos desarrollando actualmente, hemos identificado alrededor de 300 pequeñas y medianas empresas (PYMES) activas en el sector. Se trata de un sector productivo de alta tecnología en formación, con una notable tasa de crecimiento y creación de nuevas empresas, alto nivel de asociatividad e importante vinculación con el sector científico y educativo.

Por Universia Tech